Si tienes un salón pequeño y quieres que parezca más grande, apuesta por tapicerías claras, puertas correderas y muebles bajos, y otras ideas infalibles que encontrarás aquí. ¡Descúbrelas!
1. Estante bajo de pared a pared
Que ayude a mantener el orden y ofrezca almacenaje (con unas cestas debajo) sin recargar el salón. Colócalo frente al sofá para que, además, dé apoyo al televisor. La idea es de la interiorista Marina Reguant: “para mí, el espacio no solo se mide con metros, también es una sensación. Píntalo en el mismo tono de la pared y será aún más ligero”.
2. Busca la luz en las telas
Tanto para las cortinas como para las tapicerías, la decoradora Alicia Santamaría aconseja utilizar telas claras, de un color liso o con estampados pequeños, que amplían visualmente y dan más luz.
• “En salones muy pequeños y con poca luz, elige todas las telas engamadas, sin apenas contraste, porque empequeñece. Para que no resulte aburrido, combina diferentes acabados y texturas (linos, algodones, terciopelos…)”.
• “Gana profundidad jugando con diferentes planos de color. Por ejemplo, tapiza el sofá en un tono algo más oscuro que las butacas y potenciarás la amplitud”.
3. Baldas altas para libros y detalles decorativos
El interiorista Pepe Llaudet anima a aprovechar la arquitectura para integrar muebles a medida de líneas rectas, que “aumentan la sensación de espacio”.
• A 30 cm del techo: Una balda de pared a pared a escasa distancia del techo, con cestas y cajas con tapa, te proporcionará mucho espacio para guardar pequeños objetos sin ocupar metros útiles.
• Miniestanterías: “Para libros y pequeños objetos no necesitas estantes de más de 25 o 30 cm de fondo. Úsalos para aprovechar las esquinas y los retranqueos”. Si pones varias baldas, deja un espacio de 35 o 40 cm entre ellas.
4. Pasos sin puerta o con correderas de cristal
• Retira la puerta del salón: Es una forma rápida y económica de agrandar el espacio sin obras.
• Comunicación visual: Al permitir que la vista alcance varias estancias, ganas profundidad y sensación de espacio. El arquitecto Ignacio Lucini recomienda eliminar las puertas entre el salón y el comedor o el recibidor, y dejar un vano bien acabado y decorativo.
• Con cristal: Si quieres mantener la independencia o evitar que se escape el aire acondicionado o la calefacción, cierra el salón con una corredera de cristal: no ocupa espacio cuando se abre y asegura la misma sensación de luz y amplitud”.
5. Un sofá con doble función
• Con brazos anchos (más de 20 cm) y rectos para que, como propone la interiorista Beatriz Pérez, “sirvan para dejar una revista, un libro o una bandeja y también como improvisados asientos”.
• Convertible en cama: “Así dispondrás de una cama extra si tienes invitados”.
• Con arcón: Bajo la chaise longue o bajo los asientos, para poder guardar mantas, cojines de otras temporadas, fundas de repuesto…
6. Prescinde de la mesa de centro
• Más que una ayuda, según el decorador Manuel Espejo, “en un salón pequeño será un estorbo, sobre todo si tienes niños, porque les gustará jugar donde tú estés”.
• “Mejor coloca unas mesas nido al lado del sofá; y muévelas hacia el centro del salón cuando las necesites”.
• Si tu prioridad es tener un sitio donde guardar los mandos, las gafas, velas, revistas… pon junto al sofá un pequeño book auxiliar con puertas.
7. Un escritorio tras el sofá
• Una consola adosada a la trasera del sofá es la solución de la decoradora Jeanette Trensig para integrar un rincón de trabajo en un salón pequeño.
• “Bastan 40 cm de fondo y 1 metro de ancho para revisar papeles o escribir cómodamente. Además, puedes aprovechar el hueco debajo para esconder un par de pufs que sirvan como asiento extra para el salón”.
• Un rincón para el ordenador: Integrada en la pared, a medida del hueco, “una estantería con una balda volada a modo de escritorio es el rincón ideal para el ordenador”. La parte de arriba te puede servir para guardar libros o archivadores.
8. Saca partido al espacio bajo ventana
La decoradora Mar García propone 3 ideas para ganar sitio donde guardar.
• Un banco: Para ganar un rincón de lectura con espacio de almacenaje, haz un banco a medida que se adapte al tamaño de la ventana. Ponle unas colchonetas y cojines y aprovecha la parte de abajo para guardar con cestos y cajas.
• Un cubrerradiador: Si cubres el radiador ganarás una balda, pero si diseñas este cubrerradiador como un mueble de pared a pared, con estantes en los huecos, tendrás una práctica estantería donde guardar casi de todo.
• Un aparador: Coloca bajo la ventana un mueble para guardar, desde un estante abierto hasta una pieza con puertas si necesitas ocultar su contenido. Dale el uso que más te convenga: zapatero, vajillero o biblioteca.
9. Juega con blanco y beige para atrapar la luz
• Este es el dúo ganador para la decoradora Asun Antó en salones pequeños: “Es una combinación perfecta porque consigues dos objetivos, ganar claridad y a la vez sentirte arropado”.
• Lo que logras con blanco es alejar las paredes, aligerar los volúmenes y atrapar la luz natural, lo que amplía la sensación de espacio y de relax. Si el blanco puro te resulta demasiado frío, puedes elegir un gris muy claro.
• El beige da calidez Los toques de beige en telas, pequeñas piezas de mobiliario como mesitas auxiliares y complementos como lámparas dan calidez y enriquecen la decoración”.
10. Vitrinas de poca profundidad
Las vitrinas, ligeras y versátiles, son un comodín para ganar espacio donde guardar en un salón pequeño. El decorador Pablo Aranguren te da las pautas para elegirlas.
• No más de 35 cm: Con este fondo, una vitrina permite guardar desde libros hasta vajillas y “solucionar el almacenaje del salón”. Si la trasera está pintada de blanco, el salón se verá menos cargado.
• Mejor correderas: Las puertas de cristal de la vitrina la convierten en una pieza ligera, aunque sea grande. En salones mini, “elige puertas correderas que no necesitan espacio delante del mueble para abrirse”.
• Armarios bajos: Muchas vitrinas tienen armarios cerrados en la parte inferior, lo que permite guardar y ocultar objetos que no son decorativos y no quieres tener a la vista.
Fuente: El Mueble