Compartir espacio ya no es un problema

Compartir espacio en casa es de lo más habitual; desde el dormitorio, pasando por el escritorio, y hasta el cuarto de baño.  En este artículo te vamos a dar prácticas soluciones para que podáis disfrutar de las ventajas de compartir espacio en casa, sacando mayor partido a cada estancia y jugando con una buena distribución del mobiliario, y así olvidaros de las limitaciones.

 

HABITACIONES COMPARTIDAS

Para los hermanos que no les queda más remedio que compartir habitación, existen diversas soluciones en cuanto a la distribución del espacio, para que la convivencia sea más cómoda y práctica.

Si el dormitorio es pequeño, lo mejor es tenerlo despejado para darle sensación de amplitud, colocando solo los elementos básicos para descansar, almacenar y estudiar.

En cuanto a las camas, puedes colocarlas en ángulo (o en L); una justo debajo de la ventana y la otra en perpendicular, con un mueble auxiliar cuadrado detrás de ellas y que sirva como cabecero para los dos.  Si las eliges con cajones ganarás capacidad extra de almacenaje.

Otra opción, siempre que tengas una pared libre de al menos 3 metros de largo y techos altos, es colocar una práctica litera tipo tren. Es más cómoda que una convencional, ya que las camas están desplazadas y solo se solapan en una parte. Así es más fácil acceder a ellas, y puedes aprovechar la estructura para el almacenaje.

EL RINCÓN DE TRABAJO O ESTUDIO

Es necesario planificar y tener bien organizado este rincón. Aléjalo de los ambientes más ruidosos y decóralo con tonos suaves que ayuden a concentrar, como el verde o el azul.

Tener luz natural es imprescindible para no cansar la vista. Además, es importante que os sintáis cómodos; opta por una silla ergonómica, con asiento y respaldo regulables.

Y si además vamos a compartir este rincón, ten en cuenta que para que dos personas puedan trabajar o estudiar a la vez sin molestarse, lo ideal es instalar una mesa de 200 cm de ancho. Para el fondo, basta con unos 45 cm, te cabrá hasta el ordenador. Para tener todos los papeles y libros organizados, puedes aprovechar la parte superior con una completa zona de baldas, y colocar cajones de almacenaje debajo de la mesa.

 EL VESTIDOR COMPARTIDO IDEAL

Si compartes vestidor, lo ideal es que cada uno cuente con un cuerpo de armario propio. Si quieres enfrentar las dos zonas, debes saber que necesitas un espacio de unos 250 cm de ancho, ya que cada armario tiene un fondo de 60 cm, y necesitas espacio para abrir las puertas y moverte sin impedimentos.

Ya que el espacio total del vestidor se divide en los que lo vayáis a compartir, es importante que exprimas al máximo el espacio y le saques rendimiento a cada centímetro.

Por eso, puedes sumar almacenaje vertical llevando el armario hasta el techo, ahorrándote un rincón en desuso que solo acumularía polvo. Tampoco dudes en las puertas correderas, ganaras metros para poder enfrentar dos armarios.

UN BAÑO FUNCIONAL PARA DOS

En un baño para dos, la zona de tocador es una de las zonas más solicitadas por la mañana, y se agradece mucho que cada uno tenga su propio espacio para guardar. Por eso, una práctica solución es la de optar por dos lavamanos, un espejo ancho y mucho almacenaje. Aconsejamos dejar un espacio libre entre los ejes de cada lavamanos de unos 80 cm.

Otro aspecto importante en los baños compartidos es independizar zonas para ganar intimidad. Si no dispones de suficiente espacio para una cabina de sanitarios, puedes ocultar el inodoro tras un murete a media altura.

 

Fuente: El Mueble

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